domingo, 4 de octubre de 2009

DE INTERES PUBLICO.

La protección de las aguas subterráneas contra la contaminación y el deterioro
El Consejo de Ministros ha aprobado, el Real Decreto por el que se regula la protección de las aguas subterráneas contra la contaminación y el deterioro. Las aguas subterráneas en España constituyen un recurso natural dotado de un significativo valor estratégico, cuya protección reviste especial interés para el mantenimiento de los ecosistemas acuáticos de ellas dependientes y para el abastecimiento de agua potable.

Este real decreto, propuesto por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), tiene como principales objetivos prevenir o limitar la contaminación de las aguas subterráneas y establecer los criterios y los procedimientos para evaluar su estado químico. España cuenta con 699 masas de agua subterránea. En ese sentido, el real decreto establece criterios y medidas específicos para prevenir y controlar la contaminación de las aguas subterráneas, entre los que se incluyen los siguientes: - Criterios y procedimiento para evaluar el estado químico de las aguas subterráneas y para el establecimiento de valores de umbral. - Criterios para determinar toda tendencia significativa y sostenida al aumento de las concentraciones de los contaminantes, grupos de contaminantes o indicadores de contaminación detectados en masas de agua subterránea y para definir los puntos de partida de las inversiones de tendencia - Medidas destinadas a prevenir o limitar las entrada de contaminantes en las aguas subterráneas y evitar el deterioro del estado de todas las masas de agua. Mediante este real decreto se incorpora al Derecho español la Directiva 2006/118/CE, de 12 de diciembre de 2006, relativa a la protección de las aguas subterráneas contra la contaminación y el deterioro. Asimismo, se incorporan los apartados 2.3, 2.4 y 2.5 del anexo V de la Directiva 2000/60/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2000, por la que se establece un marco comunitario en el ámbito de la política de aguas.

Consejos prácticos

En el hogar

Al poner la lavadora o el lavavajillas ajusta al máximo la capacidad y con programas de baja temperatura. Ahorrarás energía y tus prendas te durarán más tiempo.
Elegir bombillas de bajo consumo. Consumen entre un 80% menos energía y duran 8 veces más.En definitiva, una lámpara de bajo consumo de 11-15 W a lo largo de su vida puede ahorrarnos alrededor de 68 euros. Además evitaremos la emisión a la atmósfera de casi media tonelada de CO2.
A la hora de comprar un electrodoméstico, fíjate en la energía y el agua que consumen y opta por los de calificación A.
Descongela el frigorífico antes de que la capa de hielo alcance 3mm de espesor: podrás conseguir ahorros de hasta el 30%. Ajusta el termostato para que mantenga un temperatura de 6ºC en el compartimiento de refrigeración y 18ºC en el de congelación.
Mientras te laves los dientes o te enjabonas en la ducha cierra el grifo de agua.
En la oficina

Apaga el ordenador y la pantalla durante la comida y al final de la jornada. Utiliza equipos de bajo consumo eléctrico, por ejemplo los etiquetados con Energy Star.Programa la pantalla de tu ordenador para que se apaguen cuando no se utiliza, lo encontrarás en las opciones de protección de pantalla.
Apaga las luces cuando salgas de la oficina. No enciendas las luces que no estés utilizando, aprovecha la zonificación (encendido y apagado por zonas).
Recicla y reutiliza el papel. Reutiliza las caras blancas de los documentos impresos. Fotocopia e imprime a doble cara. Existen en el mercado fotocopiadoras e impresoras que lo permiten.
Transporte

Con el coche, si realizas trayectos inferiores a 3 km, contaminarás más debido a que el motor está frío y su combustión no es óptima.
Procura hacer los traslados en transporte público: trenes o autobuses. Para trayectos cortos puedes utilizar la bicicleta, si no es peligroso, el ejercicio te mantendrá en forma.Si de verdad necesitas el coche:
Coordínate con familiares o amigos para ir juntos en coche.
Apaga el motor si estás parado o esperando más de 30 segundos.
Comprueba la presión de los neumáticos, ya que una mínima diferencia con lo correcto puede aumentar el consumo de combustible alrededor de un 5%.
Climatización

Regula la climatización:
Por cada 1ºC de aumento en verano podrás ahorrar entre 6-7% de energía al adecuar el termostato del aire acondicionado a 25ºC.
Por cada 1ºC de disminución en invierno podrás ahorrar entre 6-7% de energía al bajar el termostato de la calefacción a 19º o 20ºC.
En cualquier caso, una diferencia de temperatura con el exterior superior a 12ºC no es saludable. EN VERANO:
Instala toldos, cierra las persianas y corre las cortinas durante el día, evitarás el calentamiento de la casa.
Ventila la casa cuando el aire de la calle sea más fresco (primeras horas de la mañana y durante la noche).
Un ventilador, preferentemente de techo, puede ser suficiente para mantener un adecuado confort.En caso imprescindible de instalarte un aire acondicionado ten en cuanta lo siguiente:
Los aparatos con etiquetado energético clase A son los más adecuados.
Fijar la temperatura de refrigeración en 25º.
Cierra las ventanas y puertas, mientras tengas el aire acondicionado encendido.
Coloca el aparato de tal modo que le dé el sol lo menos posible y que haya una buena circulación de aire. Si estuviera en un tejado cubrirlo con un sistema de ensombramiento.
Cuando enciendas el aparato de aire acondicionado, no ajustes el termostato a una temperatura más baja de lo normal: no enfriará la casa más rápido y podría bajar la temperatura demasiado, ocasionando un gasto innecesario y posibles resfriados.EN INVIERNO
Aísla la casa o el edificio, baja las persianas y durante la noche, cierra las cortinas, evitarás pérdidas de calor.
Baja el termostato de la calefacción a 19º y 20ºC es más que suficiente para estar confortable. Mientras aireas, apaga la calefacción. Con mantener 10 min. abiertas las ventanas obtendrás una correcta ventilación y ahorrarás energía.
Consejo práctico: a la hora de comprar un electrodoméstico busquemos siempre la etiqueta energética del mismo, y si el presupuesto lo permite, compremos uno de Categoría A. A la larga, nuestro bolsillo y el medioambiente nos lo agradecerá.
Etiqueta Energética

Esta etiqueta energética es obligatoria en frigoríficos, congeladores, lavavajillas, lavadoras y secadoras eléctricas. Nos informan sobre la eficiencia energética de estos aparatos, consumos, rendimientos, capacidades, ruidos, etc. Estas etiquetas nos pueden servir de mucha ayuda a la hora de decidirnos entre un modelo u otro. Muchas veces el precio de un aparato puede no ser tan importante como los consumos que realizará durante su vida útil, pues el bajo consumo puede amortizar en poco tiempo el mayor precio que suele estar asociado a los aparatos más eficientes.Hay 7 clases energéticas que van de la letra A (Más eficiente) a la letra G (Menos eficiente) en función de los consumos eléctricos.
Clase Energética
Consumo Energético
Evaluación
A
<55%
Bajo consumo de energía
B
55-75%
C
75-90%
D
90-100%
Consumo de energía medio
E
100-110%
F
110-125%
Alto consumo de energía
¡¡Atención!! Sólo se pueden comparar las etiquetas de un mismo grupo de electrodomésticos. Es decir que un frigorífico de un determinado tipo sólo podrá ser comparado con otro frigorífico de ese mismo tipoEstas etiquetas, para expresar toda la información energética de los electrodomésticos, deben estar seguidas por una tira en la que se encuentren los valores específicos, tales como la flecha con la letra, consumos, capacidad, ruido, etc.

AHORRO ENERGETICO

¿Qué significa tener una bombilla encendida inútilmente? ¿Son iguales todas las bombillas? ¿Consumen lo mismo todas las lavadoras?¿Tiene sentido que vayamos a comprar el periódico al quiosco de la esquina en coche?Cada día consumimos más energía y no parece que tengamos medida. En los últimos 25 años nuestro consumo energético se ha más que duplicado. Es evidente que nuestra economía también ha crecido pero en los últimos 10 años mientras ésta ha crecido un 30%, el consumo energético ha aumentado un 46%.Esto significa que cada año consumimos más energía sin que eso redunde en la misma medida en una mejora económica del país pero sí en unas mayores importaciones de combustibles fósiles. Y es también la mayor causa por la que las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestro país (emitidas en la combustión de recursos fósiles) hayan aumentado actualmente en un 25% más de lo que nos estaba permitido bajo el Protocolo de Kioto.Actualmente se consume en España más del doble de energía que en 1975, con unos incrementos medios en la última década superiores al 5% anual. Este crecimiento en el consumo energético no se ha traducido, sin embargo, en un crecimiento equivalente de la economía española por lo que la intensidad energética de nuestro país ha empeorado con respecto a años anteriores y con respecto al resto de Europa, donde la tendencia general ha sido hacia una menor intensidad energética.Es imprescindible revertir esta tendencia y frenar el crecimiento del consumo energético en nuestro país. Solo así seremos capaces de desarrollarnos de forma sostenible y de cumplir con el Protocolo de Kioto.Para conseguir este propósito, en WWF/Adena apoyamos y fomentamos la toma de medidas de ahorro y eficiencia energética. Nuestros esfuerzos van encaminados a:
que el Gobierno y las Administraciones Autonómicas y Locales tomen las medidas necesarias para que se ahorre energía en todos los sectores. (Red de Ayuntamientos por el clima)
y que los ciudadanos tengan la opción de poder aportar su “granito de arena” usando mejor la energía y eligiendo productos de gran eficiencia energética.

QUE SE PUEDE HACER?

¿Qué se puede hacer?
Todavía estamos a tiempo, pero tenemos que actuar ¡AHORA!Es urgente actuar ya para frenar el cambio climático y los impactos que éste puede llegar a ocasionar. Los científicos nos alertan de que es muy importante que el aumento de la temperatura global no supere los 2ºC. Para ello es imprescindible reducir las emisiones procedentes de la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) que liberan CO2, principal gas de efecto invernadero y responsable del calentamiento del planeta. Esto se consigue de dos maneras: utilizando mejor la energía (eficiencia energética) y produciéndola de forma más limpia con energías renovables que no liberan CO2 a la atmósfera. En WWF/Adena trabajamos para reducir las emisiones en diversos frentes:
Realizando campañas de información y sensibilizando sobre el problema y la necesidad de actuar para combatirlo.
Facilitando el compromiso con la eficiencia energética.
Potenciando las energías renovables.
Negociando con las administraciones para que establezcan políticas efectivas de lucha contra el cambio climático
Trabajando con las empresas para que produzcan de un modo mas limpioAdemás, como cierto grado de cambio climático va a ser inevitable, realizamos estudios sobre los impactos previstos y las medidas de adaptación necesarias.

Un pronóstico alarmante


El cambio climático avanza a una velocidad e intensidad más alta de la prevista, tal como se deduce del Cuarto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático presentado a finales de 2007. Entre los impactos más relevantes, el Informe destaca la subida del nivel del mar, lo cual supone un riesgo para las poblaciones de ciudades costeras y la salinización de acuíferos, la reducción de los glaciares y su consecuente riesgo para la disponibilidad de agua de las poblaciones que dependen de los ríos alimentados por estos, la extinción de especies (hasta un 30%), un mayor riesgo de olas de calor y sequías en algunas zonas, y de lluvias torrenciales en otras.Las regiones mas afectadas serán el Ártico, el África subsahariana, los deltas asiáticos o los pequeños archipiélagos de escasa altura, como el archipiélago de Tuvalu, cuyos habitantes ya han pedido refugio a Nueva Zelanda en el caso de que el mar inunde su país.La subida del nivel del mar ya se está produciendo, y 100 millones de personas que viven a menos de un metro de altura sobre el nivel del mar están en riesgo de perder sus casas y sus formas de vida. En África, India y China podrían producirse hambrunas por la disminución de las cosechas causada por el cambio climático. La disponibilidad de agua dulce para cientos de millones de personas está amenazada. Los países pobres, que son los menos responsables del problema, son los que sufrirán más y no tienen recursos para afrontar las consecuencias.

También la Cuenca Mediterránea se está viendo gravemente afectada con pérdida de cosechas, tanto por el incremento de sequías y olas de calor, como por inundaciones causadas al concentrarse las precipitaciones en muy cortos periodos de tiempo. España, por sus características geográficas y socioeconómicas, es muy vulnerable al cambio climático. La temperatura media ha aumentado 1,5º C el pasado siglo, el doble que la media mundial. El nivel del mar está subiendo 1-15mm anuales en el Cantábrico y Atlántico, y 0,7mm en el Mediterráneo. Además, los glaciares pirenáicos han experimentado un retroceso del 75% durante el siglo pasado.Para este siglo, los modelos predicen para España un mayor riesgo de olas de calor, incendios e inundaciones. Un calentamiento de 3-4ºC en invierno y 5-7ºC en verano, más acusado hacia el interior peninsular que en las costas. La frecuencia de temperaturas máximas aumentará. Los recursos hídricos disminuirán en cantidad y cambiarán en su temporalidad. Las precipitaciones disminuirán, podría llegarse a reducciones de más del 20% de los recursos hídricos especialmente en el Sur, y aumentará la irregularidad de las crecidas en las cuencas del interior y del Mediterráneo. Los procesos de erosión pueden aumentar, agravando las condiciones de desertificación donde ya existen. Se prevé que el nivel del mar ascienda mar de 10 a 68 cm, con la consiguiente desaparición de los deltas de los ríos. Además, el riesgo de incendios forestales aumentará sensiblemente.

El origen del cambio climático

El efecto invernadero es un fenómeno natural que permite la vida en la Tierra. Es causado por una serie de gases que se encuentran en la atmósfera provocando que parte del calor del sol que nuestro planeta refleja quede atrapado, manteniendo la temperatura media global en +15 º C en lugar de -18 º C.Sin embargo, desde hace más de dos décadas, la comunidad científica mundial empezó a alertar que la Tierra se estaba calentando a un ritmo sin precedentes. El clima siempre ha variado, el problema del cambio climático actual es que en los dos últimos siglos el ritmo de estas variaciones se ha acelerado mucho y esta aceleración va a ser exponencial si no se toman medidas. Al buscar la causa de esta aceleración se encontró que existía una relación directa entre el calentamiento global y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provocado por las sociedades humanas industrializadas.El principal de los GEI emitidos a la atmósfera por el ser humano es el dióxido de carbono (CO2) que resulta como consecuencia de la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) utilizados para la producción de energía y el transporte. Otros GEI son el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), clorofluorocarburos (CFC) y compuestos perfluorados. Las concentraciones de CO2, en 2009 es de 386 ppm, excediendo sustancialmente a las existentes en los últimos 650.000 años, debido fundamentalmente a la quema de combustibles fósiles, y en menor medida al uso de la tierra.

DE KIOTO A COPENHAGUE: LA HORA DE LA VERDAD PARA EL CLIMA

El año 2009 es un año clave en materia de cambio climático, ya que a finales
del mismo se van a tomar las decisiones que configurarán el marco global que
regirá los compromisos que asuman los países para luchar contra este
importante problema. En la Cumbre de las Naciones Unidas de Cambio
Climático que tendrá lugar en Diciembre en Copenhague se decidirá la forma
del acuerdo que sustituirá al Protocolo de Kioto una vez que éste haya expirado
su periodo de vida a finales de 2012.
El Protocolo de Kioto fue el primer paso en la lucha multilateral para afrontar el
problema del calentamiento global. Desde sus inicios las Organizaciones
Ecologistas consideramos que era insuficiente la reducción del 5,2% de
emisiones de Gases de Efecto Invernadero en los países desarrollados durante
el periodo 2008-2012 respecto a las existentes en 1990. Sin embargo esta
apuesta, aún no siendo lo suficientemente ambiciosa, marcó el inicio de la
lucha multilateral contra el cambio climático, dando prioridad a iniciar el camino
y facilitar así que el máximo número de países se uniera. Desgraciadamente el
proceso no fue fácil, tardándose 8 años para su ratificación y entrada n vigor
(desde 1997 al 2005). Además contó con la oposición frontal de la
Administración Bush, que dio priorizó los intereses cortoplacistas y de las
petroleras a unirse al resto del mundo en combatir este importante problema,
aún siendo EEUU el país con mas responsabilidad en las emisiones de los GEI
causantes del cambio climático.
Todo acuerdo internacional que aborde el problema del cambio climático debe
basarse en el principio de responsabilidades compartidas pero diferenciadas,
ya que ni todos los países tienen el mismo grado de responsabilidad en la
causa del problema, ni las posibilidades tecnológicas y económicas para
afrontarlo. Es por eso que el Protocolo de Kioto contempla una primera
clasificación de países en dos categorías, los industrializados, con
compromisos cuantificados de reducción de emisiones, y los países en
desarrollo que no adquirieron estos compromisos. Dentro de la primera
categoría tampoco hay un reparto uniforme de reducción de emisiones,
correspondiendo a algunos como Alemania reducciones de -21% de sus
emisiones en 2008-2012 referidas a 1990, mientras que a otros como España,
se nos permitía aumentar hasta un 15% por encima de las emisiones de 1990.
Aún así, España ya ha superado el +50% de incremento de sus emisiones
respecto a 1990, teniendo por tanto que hacer un gran esfuerzo para cumplir
con su compromiso. El gobierno cifra que será posible pasar del +50% al +37%
en 2012, y que el resto de la reducción deberá realizarla fuera de nuestras
fronteras comprando créditos, que en el mejor de los casos certificarán que se
han realizado proyectos de reducciones efectivas de emisiones en otros
países, y en el peor serán una simple trasferencia económica comprando
créditos baratos a los países del Este de Europa por el cierre efectuado de sus
fábricas contaminantes.
El balance que hacemos desde WWF España del Protocolo de Kioto, es que
fue un primer paso en la buena dirección para coordinar esfuerzos
encaminados a frenar y revertir las emisiones de Gases de Efecto invernadero.
También consideramos que el compromiso de reducción de emisiones fue
insuficiente, como denunciamos en su día, ya que se necesitan reducciones
mucho mas ambiciosas y un cambio de modelo energético, para posibilitar que
no se superen los 2ºC de aumento de temperatura respecto a las temperaturas
preindustriales, y así evitar importantes consecuencias ecológicas, económicas
y sociales.
Quedan 3 años de vigencia del Protocolo de Kioto, y es preciso ultimar las
bases sobre las que se articulará el nuevo acuerdo que le dará continuidad a
partir de 2013. Es preciso que a finales de 2009 esté terminado el nuevo
protocolo para que pueda someterse a ratificación o aprobación por parte de
los países, y que no haya lapsus entre la finalización del todavía vigente y el
nuevo. Por ello la cumbre de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que
se celebrará este año en Copenhague es crucial, y el acuerdo que salga de ella
será el indicador de si los países dan a la lucha contra el cambio climático la
prioridad y la importancia que requiere el afrontar el problema de forma
decidida y urgente para evitar los peores impactos, que de no ser así
estaremos abocados a afrontar.
WWF consideramos fundamentales para alcanzar un acuerdo exitoso en las
negociaciones hacia Copenhague los siguientes aspectos:
• Compromisos claros y equitativos de los países. En este sentido, los
países desarrollados deberán fijar sus objetivos de reducción en l la
franja del 25-40% propuesta por el IPCC respecto a las emisiones
preindustriales. Los países en desarrollo deberían desviarse en el 2020
en más de un 30% de la tendencia actual de sus emisiones a través de
acciones de reducción de emisiones, incluyendo políticas de lucha
contra la deforestación y usos alternativos del suelo.
• Es imprescindible una financiación importante, adicional y basada
en las necesidades de los países en desarrollo por parte de los
países industrializados de aproximadamente 110.000 millones de Euros
al año para permitir a los países en desarrollo pongan en marcha
acciones de mitigación y adaptación más allá de sus propios medios.
Dicha financiación deberá estar basada en la capacidad de cada país
industrializado de proveer fondos, así como de su responsabilidad
histórica. WWF calcula que la contribución de la UE debería ascender a
aproximadamente 35.000 millones de Euros.
• Concretar propuestas sobre los mecanismos financieros que lo
harán posible, como la subasta de los permisos de emisión o las tasas
a las emisiones de la aviación y la navegación, y el marco para la
innovación y la transferencia de tecnología.
El marco en que se producen estas negociaciones es ambivalente, ya que la
caída de la administración Bush introduce esperanza en el liderazgo de este
país que hasta ahora había sido uno de los principales obstáculos en la lucha
internacional contra el cambio climático, mientras que la Administración Obama
ha declarado su voluntad en abordar el problema y trabajar coordinadamente
con otros países.
Por otra parte, la crisis económico - financiera en que nos encontramos
sumidos, hace que se vuelvan a aplicar las viejas fórmulas de poner parches
para paliar a corto plazo los impactos (ayudas a los bancos y las empresas
automovilísticas) continuando con el mismo modelo que ha demostrado ser
insostenible, en vez de apostar de forma decidida por un desarrollo
verdaderamente sostenible basado en la innovación, la eficiencia y la
solidaridad. Las restricciones fiscales del medio plazo no deberían ser vistas
como una excusa para la cautela. Los nuevos mecanismos financieros sobre el
clima comenzarán a funcionar en 2013,
cuando seguramente la economía global habrá salido de la crisis aguda en que
nos encontramos ahora.
Nos queda muy poco tiempo para reaccionar, todos los estudios nos avisan
que cuanto mas tardemos en tomar medidas los costes económicos, sociales y
ambientales serán mayores. En concreto el Informe elaborado por Nicholas
Stern en Octubre 2006 afirmaba que los costes de la estabilización son
importantes pero factibles y que la demora incrementa el peligro y el coste.
Calcula el coste de la inacción entre el 5% y el 20 % del PIB global anual,
mientras que actuando se podría limitar este coste al 1% año. También afirma
que existen varias opciones para reducir las emisiones pero hace falta acción
política firme para que prosperen. Señala entre las principales poner precio al
carbono, transferencia tecnológica, quitar barreras a la eficiencia energética ,
acciones para reducir la deforestación y sensibilizar a la población.
Desde WWF consideramos la lucha contra el cambio climático como un gran
reto que es necesario y urgente abordar. Es una oportunidad para estimular el
crecimiento económico y crear millones de puestos de trabajo, proteger los
bosques y evitar los impactos más catastróficos. Le pedimos a los políticos que
nos representan que tengan la voluntad y el valor suficiente para abordarlo.
Bibliografía:
“Summary for Policymakers of the Synthesis report of the IPCC Fourth
Assessment Report”. IPCC, 2007.
“Stern Review: The economics of climate change”. Stern, UK, 2006

TODO LO QUE TIENES QUE SABER...

Todo lo que tienes que saber sobre el Cambio Climático
¿El calentamiento global es un proceso natural?
El efecto invernadero es un fenómeno natural que permite la vida en la Tierra. Es causado por una serie de gases que se encuentran en la atmósfera provocando que parte del calor del sol que nuestro planeta refleja quede atrapado manteniendo la temperatura media global en +15 º C en lugar de -18 º C. Sin embargo, desde hace más de una década científicos de todo el mundo empezaron a alertar de que la tierra se estaba calentando a un ritmo sin precedentes. El clima siempre ha variado, el problema del cambio climático es que en el último siglo el ritmo de estas variaciones se ha acelerado mucho, y la tendencia es que esta aceleración va a ser exponencial si no se ponen medidas. Al buscar la causa de esta aceleración se encontró que existía una relación directa entre el calentamiento global o cambio climático y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provocado por las sociedades humanas industrializadas. Cuando se establecen modelos de la evolución esperada de las temperaturas ateniéndose solamente a causas naturales y otros solamente a causas antrópicas (causadas por el hombre) y se comparan con los datos reales de la evolución de las temperaturas en los últimos dos siglos, se observa que el aumento experimentado de las temperaturas no puede explicarse por causas naturales mientras que se aproxima bastante al modelo debido a factores antrópicos, y la correlación es máxima cuando se consideran tanto las causas naturales como las antrópicas.
¿Cómo puede afectarnos el cambio climático?
España, por sus características geográficas y socioeconómicas, es un país muy vulnerable al cambio climático. La temperatura media ha aumentado 1,5 º C el pasado siglo, el doble que la media mundial cuyo aumento es de 0,7ºC. El nivel del mar está subiendo en el Cantábrico y Atlántico (1-15 mm anuales) y en el Mediterráneo 7 mm. Los glaciares se han reducido en un 75% pasando de 1.700 Has a principios S. XX a 500 Has en la actualidad. Las pérdidas agrícolas en el año 2005 supusieron 2.000 Millones de €, según organizaciones agrarias.
En España, en este siglo, los modelos predicen mayor riesgo de olas de calor, incendios e inundaciones, calentamiento de 3-4ºC en invierno y 5-7ºC en verano, más acusado hacia el interior peninsular que en las costas. La frecuencia de olas de calor y temperaturas máximas extremas aumentarán. Los recursos hídricos disminuirán en cantidad y cambiarán en su temporalidad, pudiendo llegarse a reducciones de más del 20% de los recursos hídricos especialmente en el Sur . Habrá un aumento en la irregularidad de las crecidas en las cuencas del interior y del Mediterráneo. Los procesos de erosión pueden aumentar, agravando las condiciones de desertificación donde ya existen. El riesgo de incendios forestales aumentará sensiblemente. Subidas del nivel del mar de entre 10 a 68 cm., y desaparición de Deltas. Extensión de enfermedades que hoy no tenemos.
No todos los sectores ni todos los países se verán afectados de la misma manera. Se prevén efectos negativos en sector turístico, agrario, forestal, salud y de seguros, así como pérdida de bienes e infraestructuras.
¿Por qué la energía nuclear no es la solución? Razones que respaldan la imposibilidad de esgrimir la energía nuclear como solución al cambio climático:
• Es peligrosa, y los residuos radiactivos son difíciles de eliminar (triste legado para las generaciones futuras- no parece muy sostenible). Además puede ser blanco de objetivos terroristas.
• Es muy cara si se internalizaran todos los costes de construcción, gestión de los residuos, vigilancia etc. Si la reducción de emisiones como tantas veces se dice es un asunto económico, las nucleares desde luego no son la solución.
• Las reservas de Uranio de las que se dispone con cierta facilidad para alimentar a las nucleares no superan las 2.525.000 Tn de Uranio, lo que supone la energía eléctrica consumida por el mundo en dos años y medio. Es decir, que la energía nuclear sólo podría retrasar apenas unos años la toma de soluciones reales al problema del cambio climático.
• La construcción de nuevas centrales requiere de un largo periodo de tiempo (10 años aproximadamente), por lo que tampoco podrían ser la solución a un problema que requiere ser abordado ya.
• La Comisión Europea mantiene que se pueden conseguir los objetivos de Kioto sin la energía nuclear. De hecho países como Alemania, y Suecia están reduciendo sus emisiones sin nuevas plantas nucleares.
¿Qué es la energía verde?
Le energía verde es la que proviene del aprovechamiento de recursos renovables como: el sol, el agua, el viento o la biomasa y que cumple criterios ecológicos de minimización de impacto ambiental. Generalmente se denomina energía verde a la electricidad generada en centrales solares, mini hidráulicas, eólicas o de biomasa, aunque también puede denominar a la energía utilizada para calefacción o automoción siempre y cuando provenga de la combustión de una fuente renovable como la biomasa o biocarburantes. Para que el consumidor esté seguro de que está consumiendo energía verde de verdad, tiene que obtener, de parte de su suministrador, las suficientes garantías de que su energía es de origen renovable, ya que ni la electricidad ni los carburantes tienen colores diferentes según su proveniencia. Para poder dar esa garantía al consumidor, WWF/Adena apoya los criterios de etiquetado de electricidad verde promovidos por la Red Europea de Electricidad Verde (EUGENE). El consumidor puede estar seguro de que si su electricidad cumple con los criterios EUGENE, el origen renovable y la satisfacción de criterio ecológico de su electricidad está garantizado. Toda la energía verde es renovable, pero puede existir energía renovable que no pueda calificarse de verde, como por ejemplo la procedente de grandes centrales hidroeléctricas que suponen un elevado impacto ambiental. ¿Dónde conseguir electricidad verde? Actualmente, es España no existe ningún proveedor de electricidad verde que cumpla con los criterios EUGENE por lo que no es posible obtener este tipo de electricidad que lleva siendo comercializada en varios países europeos, como Alemania, Suecia o Suiza, desde hace años. Sin embargo, estamos trabajando para que pronto el consumidor español tenga esta opción. Energía eólica, ¿puede tener algún impacto en la naturaleza? Debido al tamaño de los aerogeneradores, a las obras necesarias para instalarlos y al gran número de éstos que se están implantando, es necesario que los parques eólicos se planifiquen y ejecuten correctamente con las máximas garantías desde un punto de vista medio ambiental para que no tengan impactos significativos sobre fauna, flora y paisaje.

TU PLANETA VS CAMBIO CLIMATICO

OBJETIVO COPENHAGUE: la hora de la verdad para el clima
2009 es un año clave en la lucha contra el cambio climático. Los líderes mundiales decidirán en la reunión de las Naciones Unidas que se celebra en diciembre en Copenhague su compromiso para dar continuidad al Protocolo de Kioto. De dicha reunión debería salir un acuerdo que garantice que las emisiones responsables del cambio climático se reduzcan lo suficiente y asegurar así que el aumento de la temperatura global se mantenga por debajo de los +2ºC.
Es necesario actuar ya:
El cambio climático es una realidad como constatan todos los informes científicos solventes. Cuanto más tardemos en actuar, los costes económicos, ecológicos y sociales serán mayores.
¿Qué podemos hacer?
Los países desarrollados tienen que asumir compromisos suficientemente ambiciosos de reducción de emisiones de los gases causantes del problema, ya que históricamente somos los mayores responsables del problema, y tenemos la capacidad y los recursos necesarios para ello. Es necesaria una transición desde un modelo energético fundamentalmente fósil basado en el carbón, petróleo y gas natural, hacia otro donde se priorice la eficiencia, la equidad y las energías renovables. Los países en desarrollo y las economías emergentes también tienen que contribuir limitando sus emisiones y apostando por un modelo de desarrollo sostenible en vez de repetir los errores de los países industrializados que llevaron a la crisis actual. Para ello el nuevo acuerdo global post kioto deberá garantizar la trasferencia tecnológica y financiera por parte de los países desarrollados hacia los países en desarrollo.
¿Qué acuerdo pedimos desde WWF?
El nuevo acuerdo que de continuidad al Protocolo de Kioto se deberá basar en los siguientes principios:
Compromisos claros y equitativos de los países. Los países industrializados deberán comprometerse a reducir sus emisiones con medidas internas al menos un 30% para 2020 y de un 80% para 2050, respecto de los niveles de 1990. Adicionalmente a las medidas internas comprometer financiación suficiente para reducir las emisiones de los países en desarrollo en un 15%, posibilitando satisfacer sus necesidades energéticas de forma limpia y sostenible.
Financiación importante, adicional y basada en las necesidades de los países en desarrollo por parte de los países industrializados de aproximadamente 110.000 millones de Euros al año para permitir que los países en desarrollo pongan en marcha acciones de mitigación y adaptación más allá de sus propios .
Asegurar la reducción drástica de emisiones provenientes de la deforestación y degradación de los bosques respetando los derechos de los pueblos.