jueves, 21 de mayo de 2009

EL CAMBIO DE LAS ESTACIONES

Debido a la inclinación de la Tierra, las latitudes
más cercanas a los Polos experimentan bruscos
cambios estacionales. Durante ese arco de la
órbita terrestre, cuando el Polo Norte apunta al
Sol, el Hemisferio Norte recibe más energía solar
que el Hemisferio Sur, lo cual provoca que sea
verano en el Norte e invierno en el Sur. Cuando
es el Polo Sur el que apunta al Sol, se produce
lo contrario. Y entre estos dos extremos, se dan
las estaciones de transición: otoño y primavera.
La explosión de la vida en la primavera, los frutos
del verano, la caída de las hojas en el otoño y
el mundo dormido en el invierno son parte de la
respuesta de todos los organismos vivientes a la
energía creciente o decreciente del Sol que llega
a la superficie terrestre. Este cambio estacional
es mucho menos abrupto en las regiones ecuatoriales
ya que es allí donde la inclinación de la
Tierra tiene un efecto mucho menor. En esta
zona, el año se divide en estaciones lluviosas y
secas.

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